Tranquilidad en la familia teresiana permitiendo el orden y la unión humana y divina, la serenidad para resolver los conflictos.
La paz es un don de Dios que encuentra su plenitud en Jesús, el nos enseño el camino de la paz tomando la cruz acuestas y dando su vida para la salvación del mundo.
La conquista de la paz a todos los niveles está unida a la conversión del corazón y a un auténtico cambio de vida.
Actualmente el valor de la paz se a ido perdiendo día a día debido a la forma tan apresurada en que se vive el día a día y la poca orientación que los padres les dan a los jóvenes.
Sigamos luchando por cambiar el odio por amor y conquistar la Paz en el mundo.
Comencemos desde nuestro entorno familiar y con las personas con quien compartimos día a día.
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